Aurora Bar es un concepto que celebra la transición entre el día y la noche, un espacio que refleja la idea de Aurora como un nuevo comienzo, un renacer constante tanto en su arquitectura como en su atmósfera. Dividido en dos ambientes complementarios, Aurora Bar invita a sumergirse en la belleza de los cambios naturales a través de sus dos zonas diferenciadas: Alborada y Ocaso.

El lado Alborada evoca la frescura del amanecer, con tonalidades cálidas de marrón y naranja que capturan la luz suave y delicada de los primeros rayos del día. Este espacio está diseñado para transmitir la serenidad de los comienzos, con elementos naturales y texturas suaves que invitan a la reflexión y la tranquilidad. Se incorporaron, además, subtonos azules y verdes, que remiten al contraste entre el mar y la exuberante vegetación tropical, evocando la riqueza natural de la isla. El ambiente se completa con un wallpaper de naturaleza abstracta que da una sensación de dinamismo y organicidad. Las telas de tonos azul marino y marrón, junto con un limewash marrón oscuro en las paredes, crean una atmósfera acogedora, rica en texturas y cálida. La madera de roble blanco, utilizada en detalles arquitectónicos, añade un toque natural y neutral que equilibra las tonalidades más intensas, creando una sensación de ligereza y armonía que conecta con la esencia de la isla.

En el lado de Ocaso, el diseño se inspira en la calma y el misterio de la puesta del sol. Los tonos terracota y cálidos dominan este espacio, imitando los colores del horizonte al caer la noche, y creando una atmósfera acogedora y envolvente que invita a la relajación. Para materializar el concepto del atardecer, se utilizó ladrillo real en las paredes, evocando la tierra y su conexión con el ciclo natural del día. Las superficies de telas, metales y limewash terracotta, enriquecen el espacio con texturas que recuerdan el atardecer. En este lado, la madera de roble blanco también se incorpora sutilmente, proporcionando una base neutral que suaviza las tonalidades más cálidas, manteniendo la sensación de conexión con la naturaleza mientras resalta la riqueza del espacio.

El sol, como protagonista central del diseño, guía el flujo de luz y color en cada rincón, simbolizando la constante renovación y transformación del bar. Este elemento se convierte en clave de la conceptualización del espacio: en la barra principal, una pieza escultórica suspendida representa el sol del amanecer mediante un aro que cambia sus tonalidades a lo largo de la noche, convirtiéndose en el corazón del espacio. Mientras tanto, en Ocaso, el sol se representa a través de un espejo circular que, al igual que el sol al atardecer, refleja y difunde la luz de manera suave y cálida, evocando el fin del día. Además, el sol cobra vida en diversos momentos del proyecto, desde la luminaria cilíndrica hasta las superficies circulares, estableciendo un vínculo visual entre los distintos elementos del diseño.

El diseño de Aurora Bar no solo se basa en la estética, sino también en la creación de un recorrido sensorial que acompaña a los visitantes desde el primer al último sorbo de la noche. Ofreciendo un nuevo comienzo tanto en la arquitectura como en la experiencia, cada elemento del espacio está pensado para sumergir a los visitantes en un ambiente de constante transformación y renovación, como el ciclo diario del sol.